No estamos hablando de las entidades de crédito, que esos no se funden ni se confunden con nadie, sino de los palos que aparecen en las fotos encajados y cuidados de tal forma que invitan a todo menos a sentarse.
Rodeados de verde, mimetizados con ortigas, zarzas y otras hierbas nos cuenta una historia de quienes debieran de cuidarlos.
Una triste historia de falta de interés, de incapacidad, de dejación.
Imágenes: Cedidas