Finalmente entró por el aro y solicitó a la Xunta las jaulas trampa determinando las zonas en que se asentaban los jabalíes para colocarlas. Resultado: los jabalíes ya se ven menos y crean menos incidentes.
Después de insultos en sus paneles luminosos al expresidente de la Xunta, de negativas absolutas a responsabilizarse en su control, de haber acabado con todas las zonas verdes posibles hábitats del ayuntamiento, de pagar miles de euros para reponer los destrozos que ocasionaban las piaras, pidió papas y se colocaron jaulas y se capturaron un número significativo de ejemplares.
Como tira con la pólvora del rey se permite estas dilaciones y pulsos que usted y nosotros acabamos pagando.